Ya estamos otra vez en campaña electoral por si se nos había olvidado. En esta ocasión muchos nervios. Los resultados decidirán los pactos no solo de ayuntamientos y autonomías sino que también del gobierno de la nación. Unos esperan revalidar y mejorar resultados (PSOE), otros recuperar algo de lo perdido (PP), algunos quieren arrebatar el liderazgo de la oposición a sus contrincantes (Ciudadanos) e Iglesias quiere no perder más. Y Vox espera seguir estando
Diez días desde que se celebraron las elecciones generales y ya podemos apreciar algunos detalles que no me parecen los más apropiados, algunos los pueden considerar puramente estéticos o de protocolo, pero es que la democracia también es formas, protocolo, procedimientos, plazos
Las elecciones del 28A han sido una cura de humildad para quienes nos las prometíamos muy felices. Nos veíamos entrando en La Moncloa a lomos de una jaca andaluza. Nuestro error fue minusvalorar al presidente maniquí. Ahora llega un tiempo de penitencia para que la derecha expíe sus pecados
El PSOE argumenta para aceptar este debate, que participarán partidos que han logrado más de un 10 por ciento en la encuesta del CIS
Si todo debate gira en torno a un colchón es que vamos mal. Triste presente, con alegría económica de primarias y reparto territorial. Van a saco. Parece que no hay ideas, ni discurso, salvo el tú más o la propaganda
La eterna cantinela electoral que nos va a ocupar hasta el 26 de mayo , -municipales, autonómicas y europeas-, con la primera vuelta de las generales el 28 de abril se ha instalado definitivamente en nuestra política. De momento en el totum revolutun tenemos insultos, descalificaciones y posicionamientos sorprendentes en asuntos de calado.
Estamos en pleno vértigo electoral. Salvo sorpresa del resistente Pedro Sánchez, vamos a elecciones generales ya mismo y después segunda vuelta con las municipales, autonómicas y europeas. Fiasco de los Presupuestos Generales del Estado con la presión independentista que en su día le aupó a La Moncloa y ahora le devuelve a la realidad
Así parece que está el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pensando en la eternidad. No ve lo que tiene delante. El independentismo no le va a facilitar nada y su cesión con la confusa y difusa figura del relator, sus presiones presupuestarias y el juicio al procés que empieza la semana próxima, lo llevan a un camino sin retorno. Sus propios correligionarios dicen que ya va tarde